La
reina Sofía y el rey Juan Carlos han sido los encargados de representar a la casa real española en la
gran boda de Hussein de Jordania y Rajwa Al Saif. El
hijo de Rania y Abdalá ha protagonizado el enlace royal del año, después de que su propia hermana,
la princesa Iman, tuviera la suya propia aunque en un entorno mucho más íntimo. En aquella ocasión no se contó con la presencia de reyes, reinas y princesas llegadas desde Holanda, Reino Unido o Japón.

Una cita que se ha convertido en un despliegue de estilismos royal del más alto nivel. Y aunque hemos visto una Kate Middleton espectacular, ha sido
la reina Sofía quien se ha colocado como
la invitada más elegante. Una vez más, la emérita ha demostrado que a estilo pocas le ganan.

Esta ha sido una cita marcada en el calendario de la realeza española, ya que ha supuesto
el reencuentro de Sofía y Juan Carlos en el lugar donde celebraron
su luna de miel. Una coincidencia que no ha pasado desapercibida. Esta es la tercera vez en el año que ambos se encuentran en el mismo lugar tras verse también en el funeral de Isabell II y en el de Constantino de Grecia.

Los detalles del look de la reina Sofía

Para la cita, la reina Sofía se ha decantado por
el color favorito de la reina Letizia: el rosa. La monarca también sabe que es un tono súper tendencia y ha escogido una versión pastel muy suave y favorecedora con la que ha derrochado elegancia y se ha colocado entre las mejor vestidas del evento.

Acompañada de Juan Carlos -quien también llevaba una corbata rosa- escogió un vestido en un tono rosa empolvado con una falda de volantes y confeccionado en un tejido de gasa vaporoso. Lo combinó conun bolso de mano beige y conisguió una matrícula de honor estilística.

Sofía y Juan Carlos saludan a Rania de Jordania a su llegada al enlace.

Quiénes son los recién casados: el príncipe heredero y su nueva esposa

Fue en verano del año pasado cuando Hussein de Jordania dio a conocer la noticia de su noviazgo. La casa real jordana emitió un comunicado en el que se anunciaba que, el que había sido durante años uno de los
solteros de oro royal, mantenía una relación, hasta entonces secreta, con Rajwa, hija del empresario Khalid bin Musaed bin Saif bin Abdulaziz Al Saif y Azza bint Nayef Abdulaziz Ahmed Al Sudairi.

«No creía posible llevar tanta alegría en mi corazón», escribía entonces la reina Rania en su cuenta de Twitter. «Felicidades a mi hijo mayor y a su hermosa futura novia, Rajwa», concluía. Junto a esos mensajes, unas fotos en las que aparecían los
prometidos sonrientes, felices y colocando el anillo de brillantes de la novia.

Rajwa, que tiene dos meses más que Hussein (y también es un poquito más alta) nació en 1994 y es graduada en arquitectura por la Universidad de Syracuse, en Estados Unidos. Es la pequeña de cuatro hermanos, Faisal, Nayef y Dana y su madre
pertenece al clan de los al-Sudari, al que también pertenece el actual rey Salmán de Arabia Saudí.

Considerada como una tercera hija por la propia Rania, Rajwa (hasta en el nombre se parecen) está llamada a convertirse en la
perfecta sustituta de la monarca jordana en un futuro próximo. Su parecido físico y estilístico casa perfectamente con la filosofía elegante y glamourosa de la reina hachemita.

Por su parte, Hussein ha crecido eclipsado para el gran público por la presencia de sus padres Rania y Abdalá. Nacido en Ammán el 28 de junio de 1994, lleva el nombre de su abuelo, el rey Hussein bin Talal, que reinó desde 1952 hasta su muerte, en 1999.

El joven príncipe estudió en la Escuela Internacional de Chouelfat y en la Academia Internacional de Amán. En mayo de 2016, se graduó en la prestigiosa Universidad de Georgetown, en Washington, DC, en
Historia Internacional. Después vendría su formación militar en la Academia Militar de Sandhurst en el Reino Unido.