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Psicología

Cualquier podemos caer en una relación tóxica, según la psicóloga Ana Lombardía

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Sara Flamenco

Cada vez que pensamos en el concepto
«relación tóxica», automáticamente nos viene a la mente una relación de pareja desigual, en la que la
dependencia emocional y el maltrato psicológico campa a sus anchas. Este es un caso, sí, pero no es el único, puesto que tienes que puedes tener una relación tóxica
con una amiga ,
con tu madre o con un compañero de trabajo. «Las relaciones tóxicas pueden tomar múltiples formas, pero lo que subyace muchas veces es una sensación general de
malestar y a la vez una dificultad para mantenerse alejadas de ellas», nos comenta la psicóloga y sexóloga
Ana Lombardía.

Lo primero que aclara la experta es que más que personas tóxicas, debemos hablar de
relaciones tóxicas. «Estas relaciones se producen debido a la dinámica que se genera entre dos personas. Es decir, una persona puede tener una
relación tóxica con una persona en concreto, pero no con todo el mundo ni en toda circunstancia», nos comenta Lombardía. Por ello, no se trata tanto de definir a una persona, sino de entender que lo tóxico es
la dinámica que se ha generado entre los dos.

¿Cómo romper una relación tóxica?

Si alguna vez te has visto inmersa en una relación tóxica, ya sea con una pareja o con una amiga, existe
un patrón que se repite a menudo y es la incapacidad para abandonarla. Muchas veces piensas, sé que no es bueno para mí, pero
no soy capaz de dejarlo. Esta situación tan compleja e ilógica, ¿por qué ocurre?

Nicole Kidman y Alexander Skarsgård en una escena de Big Little Lies. /

HBO

Según
Ana Lombardía, las relaciones tóxicas también cumplen una función para ti, aunque no lo creas, e identificar esa función es clave para conseguir alejarte. «Las relaciones tóxicas funcionan a veces como un engranaje perfectamente acoplado que, aunque genere malestar, funciona perfectamente. Es por ello que estas relaciones
cumplen una función para esas personas, y hasta que esa función deje de existir o cambie, puede ser difícil que la relación termine o nos podamos alejar de esa persona», comenta.

¿Te suena la frase «el primer paso para superar un problema es reconocerlo»? Pues en esto se basa la solución para alejarte de una relación tóxica. «Lo más importante es
darse cuenta y comprender qué es lo que te ata a esa persona y mantiene ese vínculo», nos comenta Lombardía. Y es que una vez comprendas qué función tiene para ti esa relación, es más fácil identificar una manera sana de cubrir esa necesidad.

Qué fácil, ¿no? Pues no. No siempre puedes hacerlo por ti misma. Por eso, Ana Lombardía nos aconseja contar con el apoyo de amigos o familiares e incluso
pedir ayuda a un profesional. Si es posible, lo ideal es manener
contacto 0 con esa persona con la que has desarrollado una relación tóxica, pero si no puedes (en el caso de que sea un familiar cercano, por ejemplo) un profesional puede darte «estrategias para minimizar el contacto o romper con las conductas que nos llevan a dinámicas destructivas y dolorosas».

Dakota Johnson y Jamie Dornan en una escena de 50 sombras de Grey. /

Focus Features

Cómo son las relaciones tóxicas

Lo primero que debes tener claro es que
todos somos susceptibles de mantener una relación tóxica. «Cualquiera podemos caer en una relación tóxica si se dan las circunstancias adecuadas», dice Lombardía. Y es que, aunque tengas muy claro
los límites o Red Flags en una relación «las personas no somos siempre tan racionales y los sentimientos y las emociones juegan un papel muy importante en las decisiones que tomamos», como dice la experta. «Por supuesto, también influye el historial de aprendizaje que tengamos con respecto a relaciones anteriores o a los referentes que tengamos a nuestro alrededor», continúa.

Según una investigación reciente de
Bumble, la app de citas en la que las mujeres dan el primer paso, 1 de cada 3 españoles (33%) no termina de identificar las banderas rojas en sus citas y relaciones. «En el estudio realizado por Bumble se refleja que hay varias red flags que todos identificamos, como los
celos o que tenga
faltas de respeto hacia familiares o amistades. También observamos que 8 de cada 10 personas consideran una red flag el que la otra persona les haga
perder el tiempo con comportamientos como cancelar citas a última hora, posponer indefinidamente el encuentro o no ser claros en sus intenciones», afirma la psicóloga.

«En este caso las personas usan la expresión «pérdida de tiempo» para aludir no sólo al tiempo, sino a lo que para ellos es una clara
falta de interés en profundizar en la relación. Cuando se tarda mucho en contestar, te dan largas a la hora de quedar o te hacen ghosting tras un conversación que parecía prometedora, lo que queda en evidencia es una aparente falta de interés o una no disponibilidad emocional, por el motivo que sea.«, prosigue
Ana Lombardía sobre las conclusiones del estudio de Bumble.

Jennifer Aniston y David Schwimmer en una escena de Friends. /

HBO

Cómo afectan las relaciones tóxicas a tu salud mental

Las relaciones tóxicas no son gratis y tienen varias
consecuencias negativas para tu salud mental. «Este tipo de relaciones pueden afectar a la
autoestima, aislarnos de nuestro círculo de confianza y mermar nuestros recursos para tener una vida satisfactoria», afirma Ana Lombardía.

Además, aquellas personas que han sufrido una relación tóxica pueden experimentar lo considerado como
trastorno de estrés postraumático, recordando lo vivido con angustia y sufriendo incluso pesadillas. De este modo, puedes incluso
variar tu conducta con el único fin de no recordarle, evitando hablar del tema y negándote a acudir a lugares que te recuerden a esa persona.

Una de las consecuencias del «machaque» constante, es acabar con la sensación de no poder valerte por tí misma y dudar de tu valía. Así se mina la
autoestima, como hemos comentado antes, creyéndote que no eres lo suficientemente buena para hacer cualquier cosa o sintiéndote insegura sobre tu físico.

«En las relaciones tóxicas que se dan en el ámbito de la pareja se suceden con frecuencia críticas sobre el aspecto físico de la otra persona. Esto se acentúa especialmente en los espacios virtuales, como recoge el estudio de
Bumble, en el que 1 de cada 3 personas asegura haber recibido comentarios negativos sobre su cuerpo y aspecto físico», nos comenta la experta.





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Psicología

PROBLEMAS EN EL TRABAJO: Cómo para los pies a un jefe que te trata mal, según Beatriz Galván

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Sara Flamenco

El
trabajo ocupa muchas horas de tu día, por lo que tener un buen clima laboral es básico para tu bienestar emocional. Pero no todo depende de ti, y si
tu jefe se comporta de manera agresiva,
infravalorándote e incluso
faltándote al respeto, la situación puede volverse insostenible.

Hemos hablado con
la psicóloga Beatriz Galván para que nos ayude a lidiar con el mal clima laboral, sobre todo ahora que volvemos al trabajo después de las vacaciones. «El
clima laboral es uno de los aspectos más importantes en cuanto a nuestro bienestar y satisfacción en el trabajo«, asegura la psicóloga. Y es que puede que te guste mucho tu trabajo, pero si tu jefe te trata mal, dará igual lo que te llene tu actividad.

«Cuando sentimos que nos tratan desde la
imposición, sin valorar nuestro esfuerzo y nuestros resultados, si vemos que
no se escuchan nuestras ideas o aportaciones, e incluso se castiga verbalmente que expresemos nuestra opinión, todo esto afectará a la percepción de nuestra valía como profesionales,
minará nuestra autoestima y generará una falta de motivación en nuestro trabajo«, asegura Galván.

¿Cómo lidiamos con un jefe que nos trata mal? Aquí va
el método de
la psicóloga Beatriz Galván.

Escena de la película El diablo viste de Prada.

Cómo podemos afrontar el día a día en el trabajo con un jefe déspota

1. Comunicación

Es importante mantener «una comunicación
directa, clara y respetuosa, tratando de buscar los espacios del día donde sepas que tu jefe está menos ocupado«, aconseja Beatriz Galván. »Trabajar tus habilidades de comunicación y las
técnicas asertivas, te ayudará a manejarte mejor en este punto«, continúa.

¿Y qué pasa si nos grita? «Si en algún momento tu responsable se activa y responde
de forma más arisca o agresiva, debes mantenerte
regulada y ser capaz de ponerte en su lugar expresando que comprendes su punto de vista,
redirigiendo la conversación hacia un espacio de diálogo desde el respeto y la calma«, aconseja.

2. Autocuidado

Si en nuestro entorno laboral debemos afrontar un jefe que se muestra verbalmente agresivo con el equipo, este es un factor de
estrés que a la larga afectará a tu bienestar y a tu salud. «Dedica en tu día a día espacios para hacer algo de deporte, para el contacto con tus familiares y amigas, para hacer
actividades agradables y para aquellas que te ayuden a relajarte«, aconseja la experta.

Pero durante la jornada laboral también puedes prestar atención a tu
autocuidado, realizando pequeñas pausas para ti isma y apoyándote en tus compañeros para que tu día a día sea más ameno. «Centrándote en tu cuidado y la atención a tus necesidades, podrás amortiguar (al menos en parte) el impacto del mal clima laboral generado por
un jefe déspota«, nos ha aconsejado.

Escena de la película La jefa.

3. Conoce el terreno y se previsora

Estar al día en tus tareas, así como en aspectos que puedan ser importantes en el
futuro y las posibles dificultades que puedan surgir, te ayudará a sentirte segura de los que haces, previniendo así posibles
problemas. Si tú estás segura de tu trabajo, nada de lo que te diga tu jefe podrá afectarte a nivel emocional.

4. Pon límites

«Si pese a la puesta en práctica de habilidades de comunicación y de autorregulación emocional, la comunicación con tu jefe es complicada y sientes que te genera malestar,
trata de poner límites«, aconseja Galván. Y es que los límites son muy importantes en toda relación, ya sea con la pareja como con los amigos y sí, también con tu jefe.

Pero, ¿cómo lo hacemos? «Si no existe necesidad de tener contacto diario, puedes limitarte a tener con él
los contactos estrictamente necesarios y cuando ello suceda, enfocar la comunicación a los aspectos básicos, y en caso de que se exprese mediante críticas agresivas, expresarte de forma asertiva, poniendo límites a la comunicación agresiva«, asegura.

5. Busca soluciones o un cambio

Tú lo has intentado todo, comunicándote desde el respeto, poniéndo límites y siendo previsora pero aún así, la situación en tu trabajo es
extrema y tu jefe se expresa constantemente desde la agresividad y faltando al respeto a los trabajadores. En ese caso, debes
pensar en ti mismo y en tu salud.

«Busca
apoyos (informa de la situación y protégete, acudiendo al departamento de RRHH, sindicato de la empresa…), observa si existen posibilidades de cambio (de departamento, de área…) , y en última instancia, plantéate un
cambio de trabajo. Tu salud es lo primero«, asevera.





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Psicología

REGULACIÓN EMOCIONAL: La frase de la psicóloga Beatriz Galván para no perder los nervios en una discusión

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Sara Flamenco

Tener una
diferencia de opiniones con alguien es normal, ya sea con tu pareja o con cualquier otra persona. Pero no siempre lo hacemos de la mejor manera, y en una
discusión habitual puede haber problemas, como que el otro
no te deje hablar, que
te falten al respeto o que tengas que
soportar comentarios machistas.

En mitad de una discusión puede haber un momento en el que
un comentario ofensivo o cualquier otra situación nos provoque
rabia, pasando rápidamente a elevar el tono. «En ese momento lo que está sucediendo es que la parte de nuestro cerebro que está activada es el llamado »cerebro emocional« o
sistema límbico. Si nos dejamos llevar por este estado, va a ser difícil que nos podamos comunicar de forma eficaz, y lo más probable es que
nos expresemos desde la rabia a nivel verbal o mediante nuestra comunicación no verbal», nos ha contado
la psicóloga Beatriz Galván.

¿Y qué podemos hacer para no caer en esto? «Para poder comunicarnos de forma adecuada, necesitamos que esta parte de nuestro cerebro esté
regulada. Desde este estado, nuestro cerebro racional funciona mejor, por lo que
pensamos con más claridad y podemos expresar nuestras ideas y argumentos mejor», asegura Galván.

Escena de la serie Succession. /

HBO

El método de Beatriz Galván para no perder los nervios en una discusión

1. Concéntrate en tu respiración

«En el momento en que notes que te empiezas a enfadar o a agitar, trata de concentrarte en sentir tu respiración, y haz unas cuantas
respiraciones profundas. Trata de inspirar de forma lenta y profunda, y expirar del mismo modo. De este modo, tu activación irá descendiendo e irás conectando con la
calma», aconseja Galván.

2. Identifica tu emoción y regula lo que sientes

Esta es la parte más importante del método, así que presta atención: «Si notas que te estás agitando, observa qué es lo que sientes e internamente
identifica qué emoción es: ¿es rabia?, ¿es angustia?, ¿es miedo? Desde estas emociones, nos ponemos en alerta, activando la
respuesta de lucha o huída», nos asegura la experta.

Y si te encuentras así, lo más habitual es que eleves el tono: «estando
a la defensiva, no es posible que nos comuniquemos de forma constructiva. Necesitamos estar reguladas. Así que tras identificar y nombrar la emoción, observa
cómo la sientes en tu cuerpo», aconseja.

Y continúa: «Tras ello, trata de
tomar distancia de lo que está sucediendo, poniéndote en la posición de observadora de la escena. De este modo, ayudarás a tu cerebro y a tu cuerpo a identificar que se trata de una situación que no es peligrosa, es
solo una conversación». De este modo, se desactiva la respuesta de lucha o huída y dejarás de sentir esa rabia que te impulsa a elevar la voz.

Escena de la serie And Just Like That. /

HBO

3. Utiliza los silencios

A partir de ahí, sólo tienes que intentar
mantenerte tranquila: «Trata de continuar la conversación con un ritmo tranquilo y pausado. Utiliza los silencios para
tomarte unos segundos para respirar, y para pensar lo que quieres expresar», nos ha aconsejado.

4. Utiliza la escucha

«Atiende y escucha a la persona con la que estás hablando tratando de
comprender lo que dice y cómo lo dice; es decir, atendiendo también a su comunicación no verbal y a su estado emocional», nos aconseja para que consigas conectar con lo que trata de decir la otra persona y puedas así
desconectar tu rabia.

¿Y si es tu interlocutor quien empieza a gritar?

Vale, tú has aplicado el método de nuestra psicóloga a la perfección y has conseguido
regularte de tal forma que no te has dejado llevar por la rabia y has evitado el grito fácil, pero la otra persona no lo ha logrado. ¿Cómo nos comportamos en esas ocasiones?

«Es importante tener en cuenta nuestro bienestar emocional, de modo que si se trata de una discusión en la que la otra persona
se expresa de forma agresiva, es importante que pongamos límites y en caso necesario, zanjar la discusión», nos ha aconsejado. En palabras llanas, lo que quiere decir es que
cortes esa situación y no permitas que nadie te grite faltándote al respeto.

«Otras herramientas muy útiles para aprender a manejarnos en las discusiones son la práctica de
técnicas de asertividad y de actividades que nos ayuden a conectar con la calma en nuestro día a día, como
el mindfulness o la relajación», nos ha aconsejado.





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Psicología

VUELTA AL TRABAJO: El método de la psicóloga Beatriz Galván para desconectar del móvil en vacaciones

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Sara Flamenco

Nuestra rutina diaria puede estar llena de responsabilidades, que llenan nuestra mente de
carga mental excesiva, lo que puede provocar estrés y ansiedad. Pero llegan las
vacaciones, y queremos alejarnos de todo esto. ¿Será necesario hacer un
detox digital? Sabemos que es duro, pero probablemente lo necesites.

«El detox digital sería nuestro plan para
depurarnos del contacto con pantallas y redes sociales, liberándonos de la dependencia y la exposición a la tecnología en la que nos vemos inmersos en el día a día», nos comenta la psicóloga
Beatriz Galván. «La sobreexposición a dispositivos electrónicos puede generarnos agotamiento, cansancio ocular, dificultades para dormir, alteraciones emocionales (irritabilidad, respuestas de ansiedad…), alteraciones en la alimentación o problemas digestivos, entre otras cosas», continúa.

Y es que vamos a ser sinceros, la mayoría de nosotras estamos
enganchadas a las tecnologías y dedicamos demasiado tiempo a nuestros teléfonos móviles. Piensa un poco, ¿qué pasa si un día te dejas el teléfono en casa? ¿Sientes ansiedad? ¿Abres tu teléfono cada dos por tres para darte cuenta un segundo después de que no lo tienes? Pues amiga,
tienes un problema.

Mujer mirando su teléfono móvil. /

Imagen de diana.grytsku en Freepik.

Cómo hacer un detox digital en vacaciones

«Para volver al trabajo y a la rutina diaria sintiéndonos descansados, con bienestar y energía, uno de los aspectos a cuidar es la limitación o
desconexión de las pantallas y las redes sociales», afirma Galván. Y nos da su método de cuatro pasos para conseguirlo:

1. Planifícate y organiza cómo lo vas a hacer

«
Toma conciencia del uso (o abuso) que haces de los dispositivos en el día a día, y partiendo de esa base, anota los pasos que vas a seguir. Si dedicas muchas horas al día a los dispositivos electrónicos o las redes sociales, puede que te sea más sencillo ir
reduciendo poco a poco, de modo que cuando lleguen tus vacaciones puedas hacer más fácil la desconexión digital», afirma Galván.

Y es que no es realista pretender pasar de 100 a 0 de un día para otro. Si cada rato libre que tienes lo dedicas a echar un vistazo a tus redes sociales,
no puedes abandonarlas por completo en poco tiempo. Plantéate hacerlo poco a poco unos días antes de tus vacaciones para que te sea más fácil
desconectar por completo en ellas.

2. Plantea si será un detox individual o si os vais a implicar toda la familia

A veces,
la opción familiar es muy beneficiosa, sobre todo si hay adolescentes en casa. «Si decidís que será a nivel familiar, es buena idea que podáis sentaros juntos y podáis expresar y anotar las pautas, de modo que todos los miembros de la familia tengan claro los
compromisos que acordáis entre todos», aconseja.

Mujer mirando su teléfono móvil. /

Imagen de lookstudio en Freepik.

3. Establece de forma clara las pautas que vas a seguir

¿Vas a dejar la tablet en casa y llevarte el móvil? ¿Eliminarás las redes sociales de tu teléfono? ¿Limitarás el uso del móvil a un momento concreto del día? Cualquier pauta está bien siempre y cuando seas
sincero contigo mismo y las cumplas, por lo que es mejor ser realista.

«En caso de llevarte algún dispositivo en tus vacaciones, es útil el
guardarlo en un lugar fuera de la vista, establecer el horario de uso que se le va a dar y para qué se va a utilizar», aconseja la psicóloga Beatriz Galván, para conseguir un completo detox digital.

4. Planea actividades agradables

«Si en tu día a día dedicas tiempo al uso de dispositivos y redes sociales, ese tiempo, en tus vacaciones, se debe enfocar a
actividades que te generen bienestar», aconseja la experta. En vacaciones es fácil, porque tienes todo tu tiempo para ti: leer, jugar con tus hijos, una escapada a la playa, escuchar música… Hay veces que no dedicamos el tiempo necesario a actividades que nos gustan por estar colgados del teléfono haciendo nada, en realidad.

«Además de poder dedicar tiempo a aquellas cosas que normalmente no puedes hacer todo lo que te gustaría o directamente no tienes tiempo de hacer, te estarás
cuidando emocional y mentalmente. Y en el caso de que estés de vacaciones en familia, potenciarás el bienestar y la conexión con tus hijos o tu pareja», asegura la psicóloga.





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